Es la cirugía que se realiza para reemplazar uno o ambos pulmones enfermos por pulmones sanos de un donante humano.
Trasplante de víscera maciza (pulmón)
Generalmente alguien menor de 65 años que está con muerte cerebral, pero que aún permanece con soporte vital es el donante del pulmón o de los pulmones. Los tejidos del donante deben ser lo más compatibles posible con su tipo de tejido para reducir las probabilidades de que el cuerpo vaya a rechazar el pulmón trasplantado.
Un donante vivo también puede dar un pulmón. Se necesitan dos o más personas. Cada persona dona un segmento (lóbulo) de su pulmón para formar un pulmón entero para la persona que lo recibe.
Durante la cirugía de trasplante de pulmón, usted está inconsciente y sin dolor (bajo anestesia general). Se hace un corte quirúrgico en el tórax. La cirugía de trasplante de pulmón se lleva a cabo con el uso de un sistema de circulación extracorpórea, el cual realiza el trabajo del corazón mientras éste se encuentra detenido por la cirugía.
Después de que se hace el corte, los principales pasos durante la cirugía de trasplante de pulmón abarcan:
Algunas veces, se hacen trasplantes de corazón y pulmón al mismo tiempo (trasplante cardiopulmonar) si el corazón también está afectado.
Un trasplante de pulmón generalmente es el tratamiento de último recurso para la insuficiencia pulmonar. Los trasplantes de pulmón se pueden recomendar para pacientes menores de 65 años que tengan una enfermedad pulmonar grave. Algunos ejemplos de patologías que pueden requerir este trasplante son:
El trasplante de pulmón posiblemente no se realice en pacientes que:
El médico puede desaconsejar un trasplante de corazón si hay preocupación de que usted no vaya a ser capaz de cumplir con las múltiples visitas de control al hospital y al consultorio médico, exámenes y medicamentos necesarios para mantener el nuevo corazón saludable.
Los riesgos de cualquier anestesia son:
Los riesgos de cualquier cirugía son:
Otros riesgos del trasplante abarcan:
Los riesgos de un trasplante de pulmón abarcan:
Antes del procedimiento, el médico determinará si usted es un buen candidato llevando a cabo los siguientes exámenes:
Si el equipo que realiza el trasplante cree que usted es un buen candidato para el trasplante de pulmón, lo pondrán en una lista de espera nacional. Su lugar en la lista de espera se basa en muchos factores, entre ellos:
La cantidad de tiempo que usted pasa en una lista de espera por lo regular no es un factor que determine la prontitud con la cual le consiguen un pulmón, excepto posiblemente con los niños. El tiempo de espera con frecuencia es de al menos 2 a 3 años.
Mientras usted está esperando un nuevo pulmón, siga estas pautas:
Antes del procedimiento, siempre coméntele al médico o al personal de enfermería:
No coma ni beba nada después de medianoche la noche antes de su cirugía. Tome sólo los fármacos que su médico le dijo que tomara con un pequeño sorbo de agua.
Se debe esperar una hospitalización de 7 a 21 días después de un trasplante de pulmón y es probable que usted pase algún tiempo en la unidad de cuidados intensivos (UCI) inmediatamente después de la cirugía. La mayoría de los centros médicos que llevan a cabo trasplantes de pulmón tienen maneras estándar de tratar y manejar los pacientes trasplantados.
Durante la hospitalización, (a) usted:
El período de recuperación es de 6 meses aproximadamente. Con frecuencia, el equipo de trasplantes le pedirá que permanezca bastante cerca del hospital durante los primeros 3 meses. Usted necesitará hacerse chequeos médicos regulares con exámenes de sangre y radiografías durante muchos años.
Un trasplante de pulmón es un procedimiento mayor realizado para pacientes con daño o enfermedad pulmonar potencialmente mortal.
Alrededor de cuatro de cada cinco personas aún están vivas al año después del trasplante y aproximadamente dos de cada cinco receptores de trasplantes están vivos a los 5 años. Los pronósticos son similares para los trasplantes pulmonares solos o dobles. El mayor riesgo de muerte se da durante el primer año, principalmente a raíz de problemas como el rechazo.
La lucha contra el rechazo es un proceso continuo. El sistema inmunitario del cuerpo considera al órgano trasplantado como un invasor (muy similar a una infección) y puede atacarlo.
Para prevenir el rechazo, los pacientes con trasplante de órganos deben tomar fármacos contra esto (inmunodepresores), como ciclosporina y corticoesteroides. Estos fármacos inhiben la respuesta inmunitaria del cuerpo y reducen la probabilidad de rechazo. Sin embargo, como resultado, estos fármacos reducen también la capacidad natural del cuerpo para combatir las infecciones.
A los 5 años después de un trasplante de pulmón, al menos una de cada cinco personas desarrolla cánceres o tiene problemas con el corazón. Estas dos afecciones causan la mayoría de las muertes a los 5 años.
Para la mayoría de las personas, la calidad de vida mejora después de un trasplante de pulmón. Tienen mejor resistencia al ejercicio y son capaces de hacer más diariamente.
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